Situado al interior de la región de Valparaíso, El Belloto se encuentra entre la Comuna de Villa Alemana y Quilpué. Por razones geográficas e históricas, los vecinos de El Belloto han desarrollado a lo largo del tiempo un sentido de pertenencia que los ha diferenciado del resto de los vecinos de la comuna de Quilpué. Su aislamiento geográfico, producto de los cerros que la rodean, la han hecho un lugar con distinto desarrollo e historia que la comuna a la que actualmente pertenecemos.
A lo largo de varias décadas, nuestros vecinos encontraron en el ámbito territorial local un conjunto de características geográficas, económicas, demográficas y culturales, que en lo personal, han sido reflejadas en las familias que han participado y desarrollado su vida por generaciones en la localidad.
Sin embargo, producto de décadas de postergación, sistemáticamente la Municipalidad de Quilpué no ha logrado satisfacer las necesidades de la comunidad de El Belloto, lo que ha significado un precario progreso económico, social y cultural respecto de Quilpué. Al punto de que es común entre los vecinos y autoridades el hablar de “Quilpué y El Belloto” como dos entes separados, pero ligados exclusivamente por razones administrativas.
Paralelamente, entre los objetivos considerados para la creación de nuestra comuna, se encuentran, entre otros: acercar los servicios básicos y la autoridad a nuestra comunidad; maximizar y hacer eficiente el uso de los recursos públicos a nivel municipal, propiciando generar una capacidad autónoma mínima de desarrollo económico, focalizando dichos recursos en las áreas de mayor prioridad, como educación, salud y seguridad ciudadana; así como asegurar la participación de toda la población en el proceso de desarrollo económico y social; mejorar la representatividad territorial de las autoridades locales; afianzar la soberanía nacional mediante una mejor presencia del Estado, y reconocer las identidades culturales cuyas expresiones tienen clara connotación territorial.
Convertida hoy en un polo económico gracias a los diversos centros comerciales, nuestros vecinos no han visto los réditos de dichos avances, teniéndose que conformar con mínimas obras de desarrollo urbano, aumentando la precariedad social en algunos sectores, como el avance de flagelos como la droga y la delincuencia.
La nula planificación habitacional ha tenido nefastas consecuencias en la utilización de espacios públicos, lo que repercute negativamente en el nivel de vida de nuestros vecinos, profundizando los niveles de conflictividad entre los mismos. Esto ha sido constante durante décadas, dejando de manifiesto que las medidas de corto plazo sólo han creado y profundizado diferencias basadas principalmente en la dejación de las autoridades comunales, quienes han priorizado de manera explícita el casco tradicional de Quilpué y sus alrededores.